Campamentos de fútbol internos y externos ¿Cuál te interesa más?

Veamos qué tipos de campamentos existen, y cuál nos interesa más. Una opción de régimen externo, donde vuelven a casa a diario, o uno interno, donde los menores pernoctan y pasan una semana mínimo fuera de casa.
Elegir el mejor campamento para nuestros hijos no es del todo fácil. Sin duda requisito indispensable es velar por su seguridad y cuidado, y que sobre todo nos sintamos tranquilos a la hora de depositar la confianza es sus organizadores.
Campamentos de día y campamentos internos, diferencias
Existe una amplia variedad de campamentos y opciones, para todos los gustos y preferencias.
La clave es que la experiencia, tanto para los niños, como para los padres sea positiva y una opción que quieran repetir año tras año.
En los campamentos de fútbol externos –de día, o también llamados “urbanos” por estar más cerca de nuestra residencia- los niños vuelven a casa a diario. El horario es más flexible (normal o ampliado).
Suelen incorporarse al campus entre las 8:00 y 9:00 de la mañana y terminar la jornada sobre las 14:00 o 15:00 horas, para posteriormente disfrutar por la tarde de sus vacaciones y su tiempo libre en familia.
Aunque las dos opciones son ampliamente positivas para todo tipo de edades, esta opción de régimen sin pernocta es perfecta para los niños más pequeños (entre 5 y 9 años), que aún no tienen esa libertad para realizar sus tareas cotidianas de forma independiente.
Además, la agenda es bastante intensa, donde realizan tecnificación y entrenamiento desde primera hora hasta media mañana, y después numerosas actividades de agua en la piscina y la práctica de otros deportes, disponiendo de momentos de tiempo libre a diario.
Campamentos internos: una experiencia completa
Por otro lado, con la opción de régimen interno los niños y niñas se quedan a dormir en el campamento de fútbol.
Son perfectos y están pensados para tener una experiencia más completa, interactuando de forma más intensa con sus compañeros.
Su duración mínima es de una semana, suelen estar más cerca de la naturaleza o el mar, y durante su estancia van a tener más horas de entrenamiento y de actividades.
Al pasar además algún fin de semana, los niños tendrán la oportunidad de hacer turismo o alguna visita cultural, y experimentar otro tipo de actividades extra.
Otra de sus ventajas, es que los alumnos y alumnas suelen compartir habitaciones con otros niños y esto hace que se diviertan y se sociabilicen de forma más intensa, construyendo amistades en el campus que pueden durar para siempre.
En la experiencia interna los niños aprenden a desarrollarse forma independiente, haciéndose responsables y adultos, ya que durante este periodo salen de la rutina de convivencia con sus padres.
En el Campus Oficial Vicente del Bosque tenemos la ventaja de disponer de varias opciones pensadas y adaptadas para las familias.